Los símbolos, las esencias y los aceites energetizados, que Ingrid Auer elabora y difunde, son herramientas de la denominada Nueva Era, canalizadas y custodiadas por el mundo espiritual, cuyos efectos tienen un radio de acción superior al de los métodos conocidos hasta ahora como alternativos/integrales, pudiéndolos complementar y mejorar.
Símbolos y esencias energetizados
Cada día se manifiesta con mayor claridad que la humanidad está atravesando un proceso de cambio de enormes dimensiones. Sea en la política, en la economía, en la ecología, en la sociedad, en la
sanidad, en el sistema educativo o en la vida individual de cada uno: hoy ya nada es igual, nada permanece. La humanidad está atravesando un Proceso de Transformación de unas dimensiones
totalmente desconocidas hasta la fecha.
Los símbolos tienen una función realmente extraordinaria y fascinante: cuanto más pro-fundo se desee bucear en la metafísica, en la mística o en la espiritualidad para comunicarse en este nivel,
mayor será la necesidad de este tipo de herra-mientas. Los símbolos constituyen un importante puente que va desde nuestra consciencia más humana y racional hasta los mundos infinitos de lo que
desconocemos e ignoramos.
Los colores como lenguaje del alma
Los símbolos energetizados de ángeles y maestros tienen colores muy especiales y ello tiene su razón de ser: los colores son en realidad frecuencias energéticas y están por lo tanto en un
determinado nivel de oscilación, el cual influye en nuestro cuerpo y en nuestra alma. En situaciones en que perdemos nuestro equilibrio personal a consecuencia del miedo, la conmoción, la rabia o
la inseguridad, los colores, con sus frecuencias sutiles, pueden ayudarnos a recuperar una frecuencia base idónea.
Por ello los símbolos pueden ser contemplados como un tipo de lenguaje de signos, mediante el que podemos comunicarnos con nuestra alma. Y es que por un lado los símbolos alcanzan nuestro
subconsciente y por otro proporcionan información sobre problemas y bloqueos que subyacen en lo más profundo de nuestro interior y en nuestro cuerpo sutil.
Las energías de los ángeles y de los maestros
Mientras que los símbolos tradicionales actúan en nuestro subconsciente, lo especial de estos símbolos de Ingrid Auer es que están energetizados por el mundo angelical. Se convierten así en
herramientas espirituales, cuya forma de actuar supera ampliamente a los medios energéticos conocidos hasta ahora.
Es importante saber que estos símbolos (y también las esencias correspondientes) son recargados energéticamente de forma permanente por el mundo espiritual, y que por ello su energía no se agota
nunca. No importa con que frecuencia se utilicen; mantienen intacta su efectividad.
Los símbolos y las esencias están protegidos y sellados energéticamente por el mundo angelical, lo que quiere decir que no pueden almacenar energías negativas ni puede alterarse su frecuencia
vibratoria. De esta manera, no necesitan ser purificados o recargados tras su uso en sesiones de trabajo energético, ya que el mundo angelical también se ocupa de esta tarea.
No es posible, entonces, hacer un mal uso de los símbolos o de las esencias. Si alguien pensara en utilizar estas herramientas con fines manipulativos, los ángeles interrumpirían inmediatamente
el flujo de energía.
Cada uno de los símbolos y cada una de las esencias están custodiados por un ángel, un grupo de ángeles o por un maestro ascendido de forma permanente. Ellos son los encargados de decidir la
cantidad de energía que debe fluir al usuario o cómo y en qué medida debe actuar esta energía. Estas decisiones son tomadas siempre de común acuerdo entre el alma de la persona en cuestión, su
ser superior y el maestro, ángel o arcángel, responsable del símbolo o la esencia utilizados.
Estos símbolos y esencias no sacan afuera los problemas de las personas. Más bien permiten que cada uno realice los procesos de aprendizaje necesarios para su evolución y desarrollo, procesos por
los que ha de pasar todo el mundo. Incitan a ser responsable de uno mismo ayudando a transitar nuevos caminos. Así, estas nuevas herramientas del mundo angelical se convierten en unas botas de
senderismo que protegen y mantienen confortable los pies en el caminar. Por supuesto que uno puede vivir su proceso de desarrollo personal “descalzo”, sufriendo inevitablemente las heridas en sus
pies desnudos, pero los tiempos en que todo tenía que ser experimentado y vivido con dolor y sacrificio ya han pasado.
Los símbolos y las esencias contienen energías espirituales
Lo ideal es aplicar los símbolos directamente sobre el cuerpo de la persona (o del animal, si procede) y con ello se consigue:
Por otro lado, además de los chakras, el aura y los meridianos, los símbolos y las esencias activan el campo morfogenético y los cuerpos lumínicos e incluso el ADN sutil.
Las personas que trabajan con los símbolos y las esencias de los ángeles y de los maestros ascendidos, sea consigo mismos o con otras personas, perciben a menudo, tras muy poco tiempo de uso, que
para completar una sesión necesitan un esfuerzo energético considerablemente menor. Algunos encuentran más paz y otros más facilidad para conectar con lo espiritual. Incluso personas muy marcadas
por su lado intelectual y su escepticismo consiguen de pronto abrirse y apreciar el lado espiritual de nuestra existencia. Otros usuarios consiguen reconocer más fácilmente la relación entre su
enfermedad y la causa de ésta.
Las cargas emocionales, que están grabadas tanto en la memoria celular como en el aura, a veces nos obligan a acarrear con ellas durante años e incluso vidas. Igualmente, viejos patrones de
pensamiento, puntos de vista, modelos de comportamiento y también viejas promesas o votos (en la mayoría de los casos de antiguas encarnaciones), son los factores que obstaculizan el desarrollo
personal y también espiritual de las personas.
Los símbolos y las esencias de los ángeles y maestros ascendidos eliminan estos bloqueos del aura y de los chakras de una forma rápida y sencilla. Al colocar un símbolo angelical sobre el cuerpo,
en pocos segundos se eliminan los bloqueos energéticos sutiles, transformándose en energías positivas. El aura es limpiada, los chakras son corregidos si estaban deformados, o recargados si
estaban débiles. Pero todo esto no significa que el usuario deba tener una actitud meramente consumista, no es como tomarse la pastilla y olvidarse del tema, requiere en todo momento de una
implicación activa y voluntaria con uno mismo y con la situación a fin de dar paso a los cambios positivos.
Los símbolos y las esencias no sólo sirven en el trabajo energético sino que pueden incorporarse también a la vida diaria en general. Con su ayuda se puede recargar y limpiar el agua o los
alimentos, pueden eliminarse los efectos nocivos de medicamentos y aditivos químicos presentes en el nivel sutil-energético o enriquecer productos de cosmética con energías de alta oscilación.
Con la ayuda de los símbolos de los ángeles y los maestros pueden realizarse círculos de protección y de sanación para situaciones difíciles o para personas enfermas y apelar con ellos a la ayuda
del mundo angelical. Para todo ello no existen límites en el uso de la creatividad y la propia intuición.